Nunca me gustaban las muñecas, por lo que no pedí ni recibí la muñeca de colchón de repollo cuando estaban calientes calientes. No quería el espeluznante pero lindo Teddy Ruxpin. Pero tampoco evité por completo la manía inducida por juguetes.
No me malinterpreten. Cuando era niño, era bastante codicioso. Solía sentarme con un catálogo de Sears y rodear lo que quería en cada página. Y luego cada catálogo. Era incansable en querer cosas nuevas. Habiendo divorciado padres, pagó para jugar las probabilidades, por lo que una lista grande y aleatoria era una especie de ayudante de la madre.
Aprendí esto de la manera difícil.
Una Navidad, les dije a todos en mi familia que realmente quería un horno fácil para hornear. Y obtuve doble suerte. Un lado de la familia me consiguió el nuevo y brillante horno fácil de hornear y mi otro grupo de abuelos me consiguió un horno Holly Hobbie anticuado (pero aún nuevo y funcional). Tenía una niña muy encantada de 5 años y mi mamá era muy irritada de 28 años. A partir de entonces, tuve que hacer listas de Navidad completamente distintas para no volver a tener regalos superpuestos.
Finalmente, sacrificé la vieja dulzura de HH por los elegantes estilos modernos del horno fácil de hornear (vamos, parecía un microondas recién hecho y no una estufa de leña!); Estoy encantado de decir que tuve años de hornear pasteles de cereza en miniatura y manzana con una bombilla de 60 vatios.
No puedo evitar preguntarme por qué juguetes realmente pedirán mis hijos. ¿Será el EBO de cuarenta años o algo igualmente retro como Transformers, Legos o Matchbox Cars?
[Los enlaces e imágenes de juguetes van a Retoland.com y las mini-manutorias son muy divertidas de leer. ¡Gracias!]
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¿A qué longitud llegarías en busca del escurridizo juguete “it” para tu propio hijo? ¿O tus padres hicieron todo lo posible cuando eras pequeño? Comparta sus historias como parte de la explosión del blog de este fin de semana de Hasbro y Bloggers de padres.