Aquí está la afirmación del mes: ¡es difícil escuchar quejándose! Nadie discutirá contigo sobre eso. En momentos de frustración, dígale a su niño y no tome el lloriqueo personalmente.
A veces sentimos que no podemos quejarnos de la maternidad. Pero podemos describirlo. Si alguien pregunta cómo va, no debe sentirse culpable por hacer una declaración veraz como “Es difícil escuchar quejándose” o “Ojalá pudiera decirme lo que quiere”.
Entonces, cuando su bebé está gritando la cabeza y quiere decir: “¿Por favor, se callen?” En su lugar, intente darle una explicación más completa. “¡Estoy tratando de ver a Jon Stewart en el DVR, y no puedo escuchar lo que está diciendo sobre tus chillidos!”